México pasa por unos momentos que harán historia. Los datos de la influenza porcina, humana o como la quieran llamar, dejan al descubierto que en este país se requieren cambios radicales en los sistemas de salud y la educación que se otorga a los niños en materia de higiene y sobre todo, en el respeto a la ley.
Así entonces, en base a esta experiencia que hoy nos toca sufrir, cambiemos la forma de hacer las cosas para que las futuras generaciones no cometan los mismos errores que nos han llevado a carecer de servicios de salud de calidad y sobre todo, a la falta de políticas públicas orientadas a hacer de cada hogar un nicho de oportunidades para el desarrollo de las familias. Pero ésta situación que hoy nos atañe, sirve también para darnos cuenta de cuales son los verdaderos amigos de México.
Hoy, la discusión se centra en el trato que China da a nuestros compatriotas. Se alega que es segregacional, aunque si nos remontamos a la experiencia que han acumulado los Chinos en materia de epidemias, tal vez se pueda entender su accionar, y repito, tal vez. Lo que no es entendible, ni debería ser permitido, es el accionar de Países Latinoamericanos como Argentina, Cuba, Perú, Ecuador, Colombia y Chile. Los que cerraron las puertas y dieron la espalda a los mexicanos.
Aún cuando la enfermedad es curable y cuando los casos aparecen en otros países, es a México y los Mexicanos a los que se les señala. Aquí es donde debemos detenernos un minuto y aprender. ¿Acaso no son los Argentinos una comunidad bastante nutrida en México?, ¿Cuántos futbolistas y entrenadores Argentinos han construido carreras y fortunas gracias a México?, ¿Cuántos políticos que fueron exiliados de Argentina y que ahora ocupan cargos importantes en el gabinete argentino, vivieron su exilio en México?, ¿Acaso los cubanos no son tratados como verdaderos hermanos?, ¿no se dicho una y otra vez que Veracruz y la Habana son ciudades hermanas?, ¿cuántos profesionistas Peruanos, Colombianos y Chilenos viven, trabajan y gozan por vivir en suelo Mexicano?. Tal vez deberíamos repatriarlos a todos y cuando lleguen a vivir la triste realidad de sus países, donde no hay trabajo, condiciones políticas y de seguridad iguales a las de México (a pesar de que no son las mejores son mil veces superiores) se vean en la realidad de saber que no es una frontera la que cierran sino una generación completa a la que dañan y una sociedad internacional -que era reconocida por su hermandad- la que desaparecen y sepultan bajo los escombros de la estupidez, la insensatez y la ceguera.
Amigos Argentino, Chilenos, Peruanos, Colombianos, Ecuatorianos y Cubanos, la frontera económica más importante para México y las que mayor tiene tráfico en el mundo está en Tijuana no en el Centro y Sur del continente. Es el mercado mexicano el que les ha permito crecer y para ejemplo nada mejor que algo tan banal como el fútbol, ¿ qué era de la copa libertadores antes de que participaran los equipos mexicanos y entraran las televisoras a promocionarlo? NADA. Sin embargo, podrán seguir entrando a México a vivir en mejores condiciones que su país, que aquí son bien recibidos aunque no tengan nada en sus bolsillos.
NICO...DEMO
Así entonces, en base a esta experiencia que hoy nos toca sufrir, cambiemos la forma de hacer las cosas para que las futuras generaciones no cometan los mismos errores que nos han llevado a carecer de servicios de salud de calidad y sobre todo, a la falta de políticas públicas orientadas a hacer de cada hogar un nicho de oportunidades para el desarrollo de las familias. Pero ésta situación que hoy nos atañe, sirve también para darnos cuenta de cuales son los verdaderos amigos de México.
Hoy, la discusión se centra en el trato que China da a nuestros compatriotas. Se alega que es segregacional, aunque si nos remontamos a la experiencia que han acumulado los Chinos en materia de epidemias, tal vez se pueda entender su accionar, y repito, tal vez. Lo que no es entendible, ni debería ser permitido, es el accionar de Países Latinoamericanos como Argentina, Cuba, Perú, Ecuador, Colombia y Chile. Los que cerraron las puertas y dieron la espalda a los mexicanos.
Aún cuando la enfermedad es curable y cuando los casos aparecen en otros países, es a México y los Mexicanos a los que se les señala. Aquí es donde debemos detenernos un minuto y aprender. ¿Acaso no son los Argentinos una comunidad bastante nutrida en México?, ¿Cuántos futbolistas y entrenadores Argentinos han construido carreras y fortunas gracias a México?, ¿Cuántos políticos que fueron exiliados de Argentina y que ahora ocupan cargos importantes en el gabinete argentino, vivieron su exilio en México?, ¿Acaso los cubanos no son tratados como verdaderos hermanos?, ¿no se dicho una y otra vez que Veracruz y la Habana son ciudades hermanas?, ¿cuántos profesionistas Peruanos, Colombianos y Chilenos viven, trabajan y gozan por vivir en suelo Mexicano?. Tal vez deberíamos repatriarlos a todos y cuando lleguen a vivir la triste realidad de sus países, donde no hay trabajo, condiciones políticas y de seguridad iguales a las de México (a pesar de que no son las mejores son mil veces superiores) se vean en la realidad de saber que no es una frontera la que cierran sino una generación completa a la que dañan y una sociedad internacional -que era reconocida por su hermandad- la que desaparecen y sepultan bajo los escombros de la estupidez, la insensatez y la ceguera.
Amigos Argentino, Chilenos, Peruanos, Colombianos, Ecuatorianos y Cubanos, la frontera económica más importante para México y las que mayor tiene tráfico en el mundo está en Tijuana no en el Centro y Sur del continente. Es el mercado mexicano el que les ha permito crecer y para ejemplo nada mejor que algo tan banal como el fútbol, ¿ qué era de la copa libertadores antes de que participaran los equipos mexicanos y entraran las televisoras a promocionarlo? NADA. Sin embargo, podrán seguir entrando a México a vivir en mejores condiciones que su país, que aquí son bien recibidos aunque no tengan nada en sus bolsillos.
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