LA GUARDERIA FIELES PASITOS ... OLVIDADA POR SILVIA

En la afuera de Veracruz, en el Veracruz que se oculta a los turistas y visitantes distinguidos, se puede visitar la Colonia Las Granjas. Un enclave donde la pobreza se asoma en cada puerta, en cada ventana, y al doblar en cada esquina no hay otra cosa que necesidad.

En este arenal, los vecinos, humildes, pobres en extremo, lograron edificar lo que hasta el día de hoy se conoce como la Guardería Fieles Pasitos. Así, a base del trabajo comunitario y sin la ayuda de político alguno, con pedazos de lámina y madera de recicle levantaron paredes y techo; en el lecho del arenal, rodeados de perros callejeros y con el rayo de solo recalcitrante, depositaron a sus hijos ante el cuidado de una maestra que ante la necesidad de trabajo y la oportunidad de dedicarse a lo que sabe hacer, aceptó la responsabilidad de cuidar e iniciar en el camino de la educación a un grupo de niños que aún sonríen sin tapujos, pues no saben que tal vez, esa sea la única ocasión que tendrán para acceder a un servicio.

Ahora que el tema de las guarderías se ha colocado en el candelero debido al terrible siniestro ocurrido en Sonora donde 48 angelitos fallecieron debido a la negligencia y contubernio entre Federación y Estado, la guardería Fieles Pasitos se coloca en el ojo del huracán. A los padres de familia y la maestra, se les ha prometido el apoyo por parte de las autoridades de los dos niveles de Gobierno. Cierto es que reuniones más, reuniones menos, las decisiones no se toman, y a más de un año de haber realizado el compromiso, la guardería no recibe apoyo y los niños siguen en el arenal. Las promesas por el voto a favor de los candidatos a diputados locales y Alcalde ya han quedado en el olvido, pues ahora la promesa ofrecida en solicitud del voto es para una nueva elección y el año próximo de nuevo caminarán por esos lugares los candidatos a alcalde, y seguros estamos que Fieles Pasitos seguirá en las mismas condiciones aún cuando Silvia Domínguez se haya comprometido a darles apoyo, y permítame preguntarle, ¿acaso los niños veracruzanos merecen ser tratados como moneda de cambio ante el voto?, ¿la experiencia de Sonora no sirvió de nada?, ¿aún tratándose de niños es correcto olvidar los compromisos y pasear por el Estado en completo valemadrismo? ... ni hablar.